viernes, junio 10, 2005

Fuego...

FICHA TÉCNICA:

Dirección: Deepa Mehta
Guión: Deepa Mehta
Producción: Bobby Bedi y Deepa Mehta
Duración: 108 min.
Países: Canadá / India
Año de producción: 1996
Reparto: Shabana Azmi, Nandita Das, Jaaved Jaaffery, Kulbhushan Kharbanda, Kushal Rekhi, Ranjit Chowdhry, Karishma Jalan, Ramanjeet Kaur.

Sinopsis: En un restaurante familiar de cocina rápida la vida transcurre de acuerdo a la costumbre y lo establecido hasta que la llegada de Sita que va a casarse por conveniencia con Jatin. Sita pronto descubre que su marido tiene una amante y afronta con soledad su nueva situación. Por otro lado, Rodha, su cuñada, vive culpabilizada por su marido por el hecho de no tener hijos. Poco a poco las dos mujeres irán estableciendo una relación de complicidad y apoyo hasta que la atracción y el deseo las lleva a enfrentarse con el peso de la tradición y la subordinación de las mujeres a los hombres. De este modo, Sita y Rodha viven un proceso de enamoramiento y reafirman su mundo frente al de los hombres, que las asfixia.

Este film no es una de las producciones de Bollywood, famosa por crear más cine al año que el propio Hollywood. Éstas, siendo su mayoría musicales y películas, en España y, el resto del mundo, las catalogaríamos de “Serie F” (¡como poco!, ya que yo no me atrevo ni a calificarlo como “Serie B”).

A pesar de que es una cinta que en su día se proyectó en salas de cine independiente, la recomiendo personalmente puesto que está comprometida con la reivindicación de los derechos sexuales.

Hoy quiero señalar, especialmente, una secuencia en la que Ashok, el marido de Rodha, que vive influenciado por la tradición y la religión a manos de un gurú por quien, desde los primeros meses del matrimonio, prometió castidad plena. En ella, pide a su mujer que se acueste con él. Solamente eso. Tenerla a su lado. Para “convencerse” de que podía resistir a la tentación del deseo. Solía hacerlo de tanto en tanto, para “ponerse a prueba”.

Es una escena amarga porque Rodha, en ese momento, vive ya en medio de un mar de contradicciones: la tradición india, como tantas otras, obliga a la mujer a reconocer la sexualidad únicamente como elemento de reproducción y complacencia del cónyuge, nunca la de las propias mujeres. Por otra parte, comienza a autoafirmarse como persona, descubriendo su propio cuerpo, su necesidad por el deseo sexual y la vivencia de esto como algo satisfactorio.

Con el tiempo, aprende a decirle “no”. A romper con las normas y la costumbre. A independizarse y dedicarse al bienestar personal y la búsqueda del placer.

En la discusión final de la película, el marido le increpa diciéndole que "el deseo todo lo arruina". A lo que ella responde, aseverándole, que "sin deseo es como estar muerto. Sin deseo la vida no tiene sentido. Y hay algo más: yo deseo vivir, deseo a Sita, deseo su ternura, sus sentimientos, su cuerpo, deseo volver a vivir".

* Esta es la historia de dos individuos (él y ella) entre los cuales, y desde hace años, surgió una química desbordante que ni el tiempo ni los dioses han aplacado nunca.

Con el trascurso de los años, esa energía sigue activa, según tengo entendido. Y creo que se van a ver de nuevo, aunque con ciertas pautas que señalaré a continuación:

Ella desea, por encima de todas las cosas, verle, abrazarle, conversar, compartir alguna película e incluso, y con ciertas cotas, dormir juntos. Para lo cual no habrán en modo alguno y por ninguna de las dos partes:

- Besos en los labios

- Caricias sensuales

- Acercamiento sexual

- Susurros e insinuaciones lascivas

- Ducharse juntos

- Abrazos en exceso cariñosos

- Abuso del alcohol para posterior aprovechamiento de ella

Esto hace que recuerde significativamente las escenas del film que he comentado antes y que intente hacerme una idea de la frustración que, ésta vez ambos, han de sentir cuando no pueden obtener lo que están viendo (en contraposición al WYSIWYG = “What you see is what you get”).

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