Como la marea
Vuelve octubre...
Vuelven las Fiestas del Pilar de Zaragoza... (este año con Amaral en la fiesta de apertura).
Vuelven las ferias y el Gran Circo Mundial al que este año tengo un a cita inexcusable: he de acompañar a mi hijo.
Y por volver, acabo de leer, hasta Los Héroes del Silencio...
La mítica banda aragonesa, uno de los grupos, además, más internacionales del panorama español durante, sobretodo, la primera mitad de los noventa hasta que, aprovechando el salto al mercado del disco "Para Siempre" (un recopilatorio que recogió temas de los más de quince años de la banda y sirvió para poner punto y final), se disolvió en 1996, sobretodo por las discordias más que notables entre Enrique y Joaquín (Bunbury y Cardiel).
Y es que no sé qué tiene este Enrique (yo siempre le he visto algo extraño, no sólo fisicamente o en su aspecto) que se crispa con tanta facilidad...
Uno de estos encontronazos lo tuvo con Shuarma, líder del también disuelto grupo Los Elefantes, a quienes apadrinó y colaboró en coros de temas como Azul (del disco "Se me va"). Dicen que acabaron los dos "como el rosario de la aurora" y que ninguno de los dos quiere oír hablar del otro.
Otra de sus "ídas de pinza" -como dicen por Madrid- fue hace poco más de un año en Zuera (localidad zaragozana) en la que durante la primera mitad de un concierto de la gira de su último álbum decidió dejar a los fans colgados después del tercer o cuarto tema alegando que no se encontraba bien, que dejaba los escenarios por un tiempo. Allí mismo.
¡¡¡Venga, hombre...!!!
Al principio engaña este hombre, la verdad. Parece tan comprometido con causas humanitarias..., con la tontada de que no tiene pelos en la lengua en cuanto a temas relacionados con la política... Pero al cabo del rato de cualquiera de las pocas entrevistas que ofrece, piensas: "este tío se va de la olla".
Se pasa de misticismo, de forzar ese halo de misterio y de persona inasequible hacia sí, de apartarse del resto del mundo como si él no pudiera ser tan mediocre como cualquiera. Demasiado creído se lo tiene (lo siento, Enrique, siempre he pensado así). Y puedo permitirme la licencia de hablar así porque además de frecuentar durante bastantes meses y cada semana el garito que tenían (no sé si todavía está en pié en honor a los viejos tiempos o, como el propio grupo, o como mi corazón, acabó hecho pedazos. Da igual) y verle allí, pinchando la música que quería o que sentía, estuvo medio liado, además de con otras, con una de mis mejores amigas de esa época, María B., entre 1993 y 1994, al poco tiempo de haber publicado el "Espíritu del Vino", un álbum que me gustó especialmente, lo reconozco.
Pues eso, que es muy extraño... pero admito que me alegro del regreso de los Héroes. Aunque ésta sea de manera temporal y para iniciar una gira internacional de tan sólo diez conciertos en escenarios tales como Roma, París, Berlín, Buenos Aires, México y, por supuesto, España. Voy a confiar que las desavenencias con Joaquín Cardiel están más que olvidadas y que hay "algo más" aparte de la suma sustanciosa con la que han llenado, de momento, los cuatro bolsillos de los componentes (todavía no se sabe si Alan Bougolavsky, el quinto Héroe, natural de México, que se sumó a ellos en la recta final del grupo, también formará parte de esta experiencia).
Y todo gracias a la Expo Zaragoza2008. Comenzaron a ensayar hace dos meses en el pabellón municipal de Osera de Ebro al que se han estado trasladando cada día, de lunes a viernes, los cuatro miembros. Pero ahora ya no es un secreto así que muy probablemente cambien el lugar.
De cualquier manera, el proyecto va tomando forma ¿Quién sabe? Tal vez me desafíe a acudir al concierto que, ineludiblemente, tenga lugar en Zaragoza y temas como: La Sirena Varada, La Flor de Loto, Nuestros Nombres, Maldito Duente, El Camino del Exceso, etc. me transportarán a unos trece años atrás...
Qué tiempos...
Vuelven las Fiestas del Pilar de Zaragoza... (este año con Amaral en la fiesta de apertura).
Vuelven las ferias y el Gran Circo Mundial al que este año tengo un a cita inexcusable: he de acompañar a mi hijo.
Y por volver, acabo de leer, hasta Los Héroes del Silencio...
La mítica banda aragonesa, uno de los grupos, además, más internacionales del panorama español durante, sobretodo, la primera mitad de los noventa hasta que, aprovechando el salto al mercado del disco "Para Siempre" (un recopilatorio que recogió temas de los más de quince años de la banda y sirvió para poner punto y final), se disolvió en 1996, sobretodo por las discordias más que notables entre Enrique y Joaquín (Bunbury y Cardiel).
Y es que no sé qué tiene este Enrique (yo siempre le he visto algo extraño, no sólo fisicamente o en su aspecto) que se crispa con tanta facilidad...
Uno de estos encontronazos lo tuvo con Shuarma, líder del también disuelto grupo Los Elefantes, a quienes apadrinó y colaboró en coros de temas como Azul (del disco "Se me va"). Dicen que acabaron los dos "como el rosario de la aurora" y que ninguno de los dos quiere oír hablar del otro.
Otra de sus "ídas de pinza" -como dicen por Madrid- fue hace poco más de un año en Zuera (localidad zaragozana) en la que durante la primera mitad de un concierto de la gira de su último álbum decidió dejar a los fans colgados después del tercer o cuarto tema alegando que no se encontraba bien, que dejaba los escenarios por un tiempo. Allí mismo.
¡¡¡Venga, hombre...!!!
Al principio engaña este hombre, la verdad. Parece tan comprometido con causas humanitarias..., con la tontada de que no tiene pelos en la lengua en cuanto a temas relacionados con la política... Pero al cabo del rato de cualquiera de las pocas entrevistas que ofrece, piensas: "este tío se va de la olla".
Se pasa de misticismo, de forzar ese halo de misterio y de persona inasequible hacia sí, de apartarse del resto del mundo como si él no pudiera ser tan mediocre como cualquiera. Demasiado creído se lo tiene (lo siento, Enrique, siempre he pensado así). Y puedo permitirme la licencia de hablar así porque además de frecuentar durante bastantes meses y cada semana el garito que tenían (no sé si todavía está en pié en honor a los viejos tiempos o, como el propio grupo, o como mi corazón, acabó hecho pedazos. Da igual) y verle allí, pinchando la música que quería o que sentía, estuvo medio liado, además de con otras, con una de mis mejores amigas de esa época, María B., entre 1993 y 1994, al poco tiempo de haber publicado el "Espíritu del Vino", un álbum que me gustó especialmente, lo reconozco.
Pues eso, que es muy extraño... pero admito que me alegro del regreso de los Héroes. Aunque ésta sea de manera temporal y para iniciar una gira internacional de tan sólo diez conciertos en escenarios tales como Roma, París, Berlín, Buenos Aires, México y, por supuesto, España. Voy a confiar que las desavenencias con Joaquín Cardiel están más que olvidadas y que hay "algo más" aparte de la suma sustanciosa con la que han llenado, de momento, los cuatro bolsillos de los componentes (todavía no se sabe si Alan Bougolavsky, el quinto Héroe, natural de México, que se sumó a ellos en la recta final del grupo, también formará parte de esta experiencia).
Y todo gracias a la Expo Zaragoza2008. Comenzaron a ensayar hace dos meses en el pabellón municipal de Osera de Ebro al que se han estado trasladando cada día, de lunes a viernes, los cuatro miembros. Pero ahora ya no es un secreto así que muy probablemente cambien el lugar.
De cualquier manera, el proyecto va tomando forma ¿Quién sabe? Tal vez me desafíe a acudir al concierto que, ineludiblemente, tenga lugar en Zaragoza y temas como: La Sirena Varada, La Flor de Loto, Nuestros Nombres, Maldito Duente, El Camino del Exceso, etc. me transportarán a unos trece años atrás...
Qué tiempos...
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