"Artículo pendiente" o "Gran pérdida..."
Llevo algo más de un año queriendo escribir este artículo pero he ído procrastinándolo en una mezcla de adoración y pereza.
Sin embargo, quiero aprovechar el primer aniversario de su muerte para escribir y lamentar la ¿accidental? pérdida de un actor que empezaba a brillar con luz propia.
Cuando le ví en Monster's Ball, interpretando al policía Sonny Grotowsky, compañero Billy Bob Thornton (aka Hank Grotowsky), recordé que un año antes había protagonizado una película para adolescentes, A knight's tale, que vi "por equivocación" y que estuve tentada a abandonar a mitad de proyección. Sin embargo aguanté como una campeona a pesar del anacronismo latente entre el contexto histórico y la banda sonora (Sofia Coppola también lo quiso hacer en 2006 con su María Antonieta).
Supongo que, al igual que yo, mucha gente se quedó con la cara de ese chico rubio de pelo rizado, no demasiado guapo que aspiraba a caballero medieval llamado Heath Ledger.
Luego vino Brokeback Mountain (Ang Lee, 2005), película que obtuvo tantas críticas como alabanzas. Personalmente, siento especial predilección por este film de vaqueros desmitificados a pesar de que el trabajo del doblaje al español es bastante cuestionable (como escribí en Time To Die, con frecuencia me paso a la V.O. puesto que en el idioma original hay matices que en los doblajes se pierden). A destacar: el guión, escrito por Diana Ossana y Larry McMurtry, ganó un Pulitzer y un Óscar; la fotografía, que fué la primera incursión en el cine del mexicano Rodrigo Prieto, quien realizó un trabajo espectacular aprovechando la luz natural de los paisajes de Canadá; y, por supuesto, las interpretaciones de Heath L. y Jake Gylleenhall que considero exquisitas (nominados ambos al Óscar al mejor actor principal y al mejor actor de reparto respectivamente, además de recibir otros muchos premios como los BAFTA y varios galardones de un buen puñado de sociedades de críticos de cine); mencionar también la B.S.O. a cargo del español Gustavo Santaolalla, que es todo un orgullo ver a un español ahí, Óscar incluído...
En Candy, presentada en tres actos (Heaven, Earth and Hell), Heath L. es un poeta frustrado y pareja de la dulce Abbie Cornish, rol que da título a la película, y cuya relación se ve dominada de manera atroz por la adicción a la heroína. La bella y magnética Candy se reduce a un bello trabajo de fotografía (a cargo de Garry Phillips) pero el intoxicado y destructivo Dan se come -literalmente- la cámara y acapara toda la atención hasta el final de la película.
Y ya que seguía la trayectoria de este actor, el año pasado me propuse ver El Caballero Oscuro únicamente por el nuevo Jocker, que prometía un trabajo excelente alabado por crítica y público simultáneamente. Que conste que no quisiera hacer de menos desde aquí a gran Jack Nicholson cuya caracterización del Jocker en el film de Burton es tal y como debía ser en ese momento: cómica y mordaz. Pero, lo siento, la interpretación de Ledger en el film de Nolan es, simplemente, magistral y me atrevo a decir que lo mejor de la película... Su personaje es notablemente más oscuro que el primero (siempre me han gustado los chicos malos) y el nuevo Jocker es un sociópata y psicológicamente indescifrable hasta el punto de que, como personaje, eclipsa al propio Batman.

Mis deberes para casa son ver I'm Not There, un biopic sobre el cantante Bob Dylan, en el que comparte cartel con la premiadísima Cate Blanchett, Richard Gere y, de nuevo, Christian Bale (El Caballero Oscuro); así como esperar el estreno de The Imaginarium Of Doctor Parnassus, trabajo que no llegó a terminar y que se completará con un desdoblamiento de su personaje en cuatro partes por los actores Colin Farrell, Judd Law y Jonnhy Depp, quienes me dan entera confianza.
A tus piés, Mr. Ledger...
Sin embargo, quiero aprovechar el primer aniversario de su muerte para escribir y lamentar la ¿accidental? pérdida de un actor que empezaba a brillar con luz propia.
Cuando le ví en Monster's Ball, interpretando al policía Sonny Grotowsky, compañero Billy Bob Thornton (aka Hank Grotowsky), recordé que un año antes había protagonizado una película para adolescentes, A knight's tale, que vi "por equivocación" y que estuve tentada a abandonar a mitad de proyección. Sin embargo aguanté como una campeona a pesar del anacronismo latente entre el contexto histórico y la banda sonora (Sofia Coppola también lo quiso hacer en 2006 con su María Antonieta).
Supongo que, al igual que yo, mucha gente se quedó con la cara de ese chico rubio de pelo rizado, no demasiado guapo que aspiraba a caballero medieval llamado Heath Ledger.
Luego vino Brokeback Mountain (Ang Lee, 2005), película que obtuvo tantas críticas como alabanzas. Personalmente, siento especial predilección por este film de vaqueros desmitificados a pesar de que el trabajo del doblaje al español es bastante cuestionable (como escribí en Time To Die, con frecuencia me paso a la V.O. puesto que en el idioma original hay matices que en los doblajes se pierden). A destacar: el guión, escrito por Diana Ossana y Larry McMurtry, ganó un Pulitzer y un Óscar; la fotografía, que fué la primera incursión en el cine del mexicano Rodrigo Prieto, quien realizó un trabajo espectacular aprovechando la luz natural de los paisajes de Canadá; y, por supuesto, las interpretaciones de Heath L. y Jake Gylleenhall que considero exquisitas (nominados ambos al Óscar al mejor actor principal y al mejor actor de reparto respectivamente, además de recibir otros muchos premios como los BAFTA y varios galardones de un buen puñado de sociedades de críticos de cine); mencionar también la B.S.O. a cargo del español Gustavo Santaolalla, que es todo un orgullo ver a un español ahí, Óscar incluído...
En Candy, presentada en tres actos (Heaven, Earth and Hell), Heath L. es un poeta frustrado y pareja de la dulce Abbie Cornish, rol que da título a la película, y cuya relación se ve dominada de manera atroz por la adicción a la heroína. La bella y magnética Candy se reduce a un bello trabajo de fotografía (a cargo de Garry Phillips) pero el intoxicado y destructivo Dan se come -literalmente- la cámara y acapara toda la atención hasta el final de la película.
Y ya que seguía la trayectoria de este actor, el año pasado me propuse ver El Caballero Oscuro únicamente por el nuevo Jocker, que prometía un trabajo excelente alabado por crítica y público simultáneamente. Que conste que no quisiera hacer de menos desde aquí a gran Jack Nicholson cuya caracterización del Jocker en el film de Burton es tal y como debía ser en ese momento: cómica y mordaz. Pero, lo siento, la interpretación de Ledger en el film de Nolan es, simplemente, magistral y me atrevo a decir que lo mejor de la película... Su personaje es notablemente más oscuro que el primero (siempre me han gustado los chicos malos) y el nuevo Jocker es un sociópata y psicológicamente indescifrable hasta el punto de que, como personaje, eclipsa al propio Batman.

Mis deberes para casa son ver I'm Not There, un biopic sobre el cantante Bob Dylan, en el que comparte cartel con la premiadísima Cate Blanchett, Richard Gere y, de nuevo, Christian Bale (El Caballero Oscuro); así como esperar el estreno de The Imaginarium Of Doctor Parnassus, trabajo que no llegó a terminar y que se completará con un desdoblamiento de su personaje en cuatro partes por los actores Colin Farrell, Judd Law y Jonnhy Depp, quienes me dan entera confianza.
A tus piés, Mr. Ledger...
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