martes, mayo 19, 2009

Humildad ...

Y lo que un fugaz atisbo de cordura, lógica y razonamiento detuvo, no fue sino la frase, mejor dicho, la promesa asesinada antes de nacer, que no se hizo.

Pues la máxima de algunos caballeros es cumplir todo aquello que prometen, sin excepción; en esa ocasión la duda se apoderó del pensamiento y cerró los labios a tiempo.

Pues el precedente al incumplir habría servido de munición a la risueña exploradora; y no son tiempos para regalar dulces dardos. Aunque los diablos se conocen lo suficiente y necesario, uno no se fía de poder repetir las conquistas entre telas rasgadas y oscuridad.

Llamarlo ejercicio de humildad, ataque repentino de cobardía o inseguridad tras demasiado óxido en las venas. No obstante, el deseo sigue presente.

"Voy a darte el mayor y mejor orgasmo de tu vida, sin follarte".
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