domingo, enero 22, 2006

Pilas recargables

Como comentaba hace ya varios meses, la cuestión no es perderse en el principio de la "Causalidad Infinita" mientras intentamos aguantar una diátriba coherente en relación a 'lo divino'.

Quizá, incluso, no tenga ningún sentido el perder el tiempo en disquisiciones filosóficas sobre la alegoría de la soledad de nuestros tiempos. Diablos, incluso quizá nisiquiera merezca la pena perder el tiempo en la justificación de lo terrenal. Al final nada quita que seamos una mezcla, ligeramente involucionada, de compuestos químicos constántes.

Entre causalidades y casualidades finitas e infinitas, rompo una lanza en favor de los sueños repetitivos, de los delirios de grandeza y de los magníficos principios caóticos que gobiernan nuestras vidas. Así lo entiende Santana y así lo escucho de las manos de su guitarra.

Por otro lado, las tres 'Pés': posible, probable y plaúsible. Que no hay mayor pecado que rozar su cuerpo al cobarde y ansiado abrigo de la noche. Mientras suena un 'Black Magic Woman' con la letanía y el volúmen justo y necesario. Ella se hace la dormida, jé. Total, la noche nunca ha dejado de pertenecernos. Ni nadie se atrevió a cuestionarla, ni nadie lo hará.

So, querida amiga y amante fuera de la Ley, al final tendrás razón. "Some fantasies just don't work anywhere else" :).
Apoya Ecoogler.com el buscador ecológico