domingo, enero 14, 2007

Nochevieja del 2006

La costumbre que he llevado siempre a cabo desde que estoy por estos mundos del ciberespacio (más de diez años) es dejar escritas algunas líneas, párrafos o lo que se tercie. Al principio, lo hacía en chats (véase mIRC) o en foros y después en blogs.

Pues bien, cuál fué mi sorpresa el 31 de diciembre de 2006, tras una década sin incidencias que la red (supongo) íba terriblemente lenta. Cuando ya tenía mi post listo, se quedaba colgado intentando publicarse. El caso es que me tenía que ir a cenar a casa de mis padres y, furiosa, desistí.
Me fuí cabreada porque soy bastante fiel a los rituales y, como he explicado en el primer párrafo, el último día del año suelo dejar escrito algo a modo de despedida o de saludo por el que entra. Tonterías. Lo sé. Pero cada uno tenemos nuestras costumbres.

La cena resultó estupenda, algo obvio. Pero las campanadas no lo fueron tanto.

A mis padres se les ocurrió la "maravillosa idea" de cambiar de cadena a Antena Aragón que retrasmitía desde la cercana Plaza del Pilar. Además, según los dos presentadores que nos íban a acompañar durante las dos campanadas NO ÍBAN A SONAR LOS FAMOSOS CUARTOS con lo cual y según mis padres "menos lío". A lo que yo les decía que no, que mejor las de TVE. Primero los cuartos y luego las doce campanadas, "como toda la vida".
Nada.
Ganadora: Antena Aragón.

Primero tuve que soportar como telón de fondo a esos dos pavos: Miki Nadal y Sonia Villalba. Él un humorista que no me hace reír y ella, una pava que no había visto en mi vida y ahora, buscando, acabo de enterarme que fue colaboradora de Lo + Plus y otros sin más trascendencia. Luego, con las tonterías de esos dos payasos que no se aclaraban ni entre ellos, se les ocurrió la bonita idea de hacer una especie de cuenta atrás desde el nº 8 (¡¡¿¿??!!) con lo que confundió a los telespectadores (y a mí entre ellos) comenzando a comer las uvas por adelantado.

En fín, un desastre. Y yo, que quizás soy algo supersticiosa -por llamarlo de alguna manera- con el tema de las uvas, esto es, que me gusta tomarlas a su tiempo y terminar la nº 12 con la última campanada, me encontraba con que me quedaban dos y el reloj del Ayuntamiento de la Plaza del Pilar todavía estaba tocando la nº 8.
Mal. Fatal.
Terminé al compás, claro está, porque estuve esperando...
Me acordé de que no pude escribir mi último post del año. Luego lo de las campanadas. Pensé en lo mal que íba a empezar el año...

Y así fué. Al llegar a casa me encontré con un asunto bastante incómodo que prefiero no detallar.
A la mañana siguiente (Año Nuevo), me tocaba guardia, pero sólo hasta las 15 h. que venía una compañera a hacer su turno y yo me íba con mi familia a comer.
Hacia las 12 h. de ese mismo día, me llama la compañera que debía venir por la tarde y me dice que "está mala".

No pude escribir las horas previas a la medianoche del 31...
Me tomé las uvas a destiempo...

Otras
cosas que pensé sobre la caradura de la guapa que se llevó el día 1 de descanso prefiero no escribirlas, pero sí diré que aunque todos tenemos "derecho a estar enfermos", hay días que son especialmente señalados como por ejemplo éste y el de Navidad.
Si la nena no podía aguantar una guardia hasta las 20 h. podía haber hecho el esfuerzo de haberse personado durante el espacio de tiempo en el que yo me fuese a comer con mi familia. Y luego haberse ído su casa porque volvía yo.

Pero cada persona es diferente. Y hablo con conocimiento de causa. Hace dos años me hice una guardia de fín de semana completa con 39.5 ºC (temblores incluídos). Que me subía la fiebre, un sobre de Xumadol "pal cuerpo"... y así por no fastidiarle el fín de semana a mi otra compañera (quien por cierto nada que ver con ésta otra enclenque).

¿Con qué cara empezaba el 2007?
Pues supongo que me parecería a cualquier bruja de cuento.
No sé si se me notaba mucho o poco porque lo cierto es que me miré bien poco en el espejo. Pero me tuve que aguantar. No me quedó otra opción. Y prepararme, sin demasiado ánimo, a la llegada, once días después de mi cumple... Lo que me faltaba: los treinta...
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