Conspiraciones políticas

En lugar de perder el tiempo conspirando contra el gobierno actual, que quiero pensar que intenta acabar con la violencia de ETA con el único arma que puede ser posible: el diálogo y la concesión de algunas peticiones moderadas, lo que deberíamos de hacer los ciudadanos en general es unificarnos en contra de ETA como grupo armado y su violencia.

Déjense, miembros del Partido Popular, de rascar votos con el único tema que les queda para sacar jugo. Y, por favor, de una vez por todas, cambien de táctica: dejen de manipular a su antojo y tan descaradamente. Dense por aludidos también todos aquellos que elaboran su propio show y protagonismo en nombre de las víctimas de atentados de ETA, cíñanse a los fines que se propuso esta asociación de plañideras en su día. Punto. Que a los sensatos no nos coláis la pescadilla barata.

Aquí hay mucho politiqueo. ¿Ya nadie recuerda que Mr. Aznar procedió al acercamiento de más de 300 presos de ETA?
¿Quién sino el Partido Popular ha convocado desde la sombra esta manifestación? Un partido que, recuerdo, se resintió "escocido" cuando tras la "cagada" de falsas informaciones que desarrolló otro mister (Acebes) después del atentado del 11-M (mañana hará cuatro años, por cierto), miles de españoles se reunieron para protestar y EXIGIR la verdad ante la sede de su partido en la calle Génova de Madrid.
A estos "señores" les faltó tiempo para acusar con el dedo bien erguido que esa concentración había sido convocada en silencio y através de SMS por el Partido Socialista en su origen.
Puffff...

Manifiéstense. Griten. Luchen por el fín de la violencia, igual que cuando se arrojaron a las calles implorando el NO A LA GUERRA. Igual que borregos cuando su equipo de fútbol baja a segunda división. Igual que cuando escalan la Cibeles porque ha ganado el "real" equipo.
Como deberían hacerlo, por ejemplo, ante el cierre de grandes fábricas y tantos cientos de personas se quedan en el paro con familias a su cargo. O ante cualquier otra injusticia de carácter público...

No me vengan con tonterías, señores de la derecha. ¡¡¡QUE-NO-ME-LO-CRE-O...!!!