jueves, junio 12, 2008

Miembros y Miembras

Este error gramatical es algo que me exaspera...

No puedo soportar la manía que les ha entrado a un buen puñado de mujeres, curiosamente licenciadas universitarias (jajaja), de histriónico espíritu progresista (y, por supuesto, equivalente a su ignorancia lingüística) empecinadas en desdoblar sistemáticamente profesiones compartidas por ambos sexos así como otros sustantivos para impedir que el sexo femenino se vea discriminado.

La última: no hay más que alzar la vista al título que encabeza este post y leer la pifia ejecutada magistralmente por la Señora Ministra de Igualdad, Bibiana Aído, esta misma semanita para agarrarnos bien al asiento y no caernos.
La Sra. Aído sostiene que fué un lapsus, algo en lo que yo discrepo. Pienso que no fué un desliz sino una muy meditada la decisión de incluir ese "miembros y miembras" como vocativo en su primera intervención. Primero porque ella, como miembro de la Junta de Andalucía, se tenía muy bien aprendida la lección de la que hacen eco este grupo de mujeres, curiosamente destacado en Andalucía por cierto. Una lección, ya digo, tan sencilla como hacer caso omiso a la
Ley Lingüística de la Economía Expresiva tan necesaria para evitar el ruido, la aliteración y la redundancia.
Segundo, abrir el debate y la controversia en torno a la perseverancia del uso incorrecto del doble término que tanto detesto leer y oir.
Y tercero, aunque ella lo niegue, haberse hecho un hueco dentro de tal polémica para destacar a costa del "miembros y miembras". Quizá, de esta manera, sus mejoras en la política de igualdad que la Ministra encabeza se hagan oir... o justo todo lo contrario si la "caga" cada vez que habla.

Por otra parte, la Real Academia de la Lengua Española ha sugerido ya en un buen número de ocasiones a estos grupos con tendencia a utilizar los desdoblamientos de este tipo que eviten estas fórmulas, añadiendo las explicaciones oportunas al respecto. Pero no, lejos de sentirse ridiculizados por estas constantes llamadas de atención por parte de una Institución independiente encargada de velar por el correcto funcionamiento del Castellano, continúan cometiendo estas atrocidades con el lenguaje entorpeciendo la lectura y dificultando el entendimiento del receptor.

1 Comments:

Blogger Nacho said...

Hace un par de días traté esta cuestión en mi blog. La cuestión no es ya que se feminice una profesión existente en masculino por la mera razón de que en el pasado no haya sido desempeñada por mujeres, en cuyo caso sí podría ser comprensible. Así, siempre ha habido campesinos y campesinas, pero jamás había habido juezas o ministras. La extrañeza ante estos términos es tan lógica como necesaria su creación. La cuestión es que el caso de "miembro" no hace referencia a la persona sino al todo del que se es miembro. Del mismo modo que participante no hace referencia a la persona, sino a aquello en lo que se participa. Por eso es tan incorrecto "miembra" como "participanta".
Pero aún puede darse una vuelta de tuerca más. La lengua es un ente vivo, pero no lo hacen los ministros, ni la Real Academia. La lengua la hacen los hablantes. Y es sólo cuando un porcentaje apreciable de la población crea una palabra nueva, cuando la RAE la incorpora al diccionario fijándola y regulando su uso. Las obsesiones de una ministra (o de un lehendakari con sus manidos "vascos y vascas") por crear igualdad donde ya la había, viendo discriminación donde jamás la hubo, no es necesario para cambia un idioma. Eso no deja de ser una anécdota como "fistro", que estará de moda una década. Un suspiro en términos históricos.

09:28  

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