viernes, julio 04, 2008

La importancia de la libertad

No nos damos cuenta de lo que tenemos hasta que lo perdemos.
Cuántas veces decimos esta frase o una similar cuando caemos enfermos, por ejemplo... Y el caso es que no es cuestión de practicar, de manera constante, abluciones de gratitud a los dioses (o a lo que se tercie) por lo bien que, en realidad, estamos. Pero no puedo evitar, cuando leo una novela histórica, por citar lo primero que se me ocurre, dar las gracias por haber nacido en la época y en el lugar donde me encuentro. Porque en la España del s.XXI se vive muy bien a pesar de la crisis que ya se empieza a notar...
Pero hoy especialmente quiero recalcar lo de vivir en España. O si no que se lo digan a todos aquellos a quienes las FARC han secuestrado durante años. O a sus familias. A las madres y a los hijos. Y pensemos por un momento en la angustia de unos y otros día tras día, alargándose de manera interminable, recibiendo retazos o "pruebas de vida" de sus familiares quienes sobreviven en condiciones lamentables en la selva con la mirada perdida y rezando por su liberación.

Parece que este movimiento armado está en sus horas bajas. En febrero entregaron a cuatro ex-parlamentarios y ayer se liberó a un icono, quizá la más famosa de todos los retenidos: Ingrid Betancourt.
Ésto son las consecuencias de las desapariciones de los líderes que iniciaron hace más de treinta años una revolución que únicamente sirve para atentar a los derechos humanos, que es recolectora de menores, fábrica de niños y niñas soldados y que aprovecha para explotarlos sexualmente.

Poco a poco, sus militares, que imaginaron ser protagonistas de un videojuego bélico, se están retirando voluntariamente "desencantados" de la vida nómada y el hambre, de pisar la realidad. Por lo que el número de integrantes nada tiene que ver con el que se contaba a principios de los ochenta. Éstos, a su vez, están protegidos por el gobierno una vez que deciden abandonar el ejército revolucionario.

Quizá éste sea el principio del fin. Aunque todavía queda mucha tarea y muchos lugares donde trabajar por la libertad.
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