Farruquitos
¿Asesinato?
Homicilio como mínimo. Y a mi buen criterio, con alevosía por negación de ayuda, lo que implica, sin lugar a dudas, el asesinato.
Se me hace incomprensible cómo puede permanecer en libertad una persona que ha atropellado violentamente a un peatón y se da a la fuga. Y no sólo eso, sino que además, se desconoce su identidad y paradero durante un año hasta que las pruebas conducen significativamente a él.
Hablo de Farruquito porque farruquitos hay muchos ya. Y este concepto me parece que va a definir a más de uno.
No me creo que el "cargo de conciencia" le sobreviniese tras doce meses del arrollo al viandante. Supongo que influiría la suma de algún buen consejero, la poca sensatez que le quede a este indivíduo y el hecho de que el círculo incriminatorio se fuese aglutinando a su alrededor peligrosamente.
Entretanto, la picaresca, el enredo y las falsedades se apoderan del "conductor" y sus cómplices. Se queja (fíjese usted cuáles son sus problemas) del juicio mediático al que está siendo sometido a lo largo y ancho de los platós de televisión. Dice que juzgan al "bailaor", no al hombre.
Bien. La pregunta es: ¿acaso no es el "bailaor" un hombre?
Pues majo, como decimos por aquí "a lo hecho, pecho".
Si no se hubiese dado a la fuga, quizás el mal hubiese sido menor. Si le hubiera asistido, quizás todos sus colosales problemas de juicios paralelos no existirían hoy. Así que los lamentos y las lágrimas de cocodrilo que no vemos, no tienen ni origen ni razonamiento.
Y la otra parte es la justicia.
Que en este caso hay un favoritismo hacia -sí- el "bailaor" queda más que manifiesto. No hay más que recordar el permiso diplomático que recibió el acusado por parte del juez para poder desplazarse hasta Francia y realizar el espectáculo que tenía acordado en alguna sala.
...(Silencio)...
La semana pasada mataron al primo de una muy buena amiga mía.
Lo mataron. Sí.
Él íba con su automóvil por su carril, y por el contrario, dos coches presumiendo de velocidad, alardeando en una carrera hacia el infierno.
El más próximo perdió el control -lo más obvio en estos casos- arrollando mortalmente a los ocupantes del vehículo.
...(Silencio)...
Me resulta aterrador que hayan de morir los inocentes cuando su único pecado era viajar por su camino.
¿Por qué no los asesinos?
Y la justicia ¿Será benévola con ellos? ¿Pagarán a la sombra por su falta? ¿Quedarán inmunes?
Todas estas dudas, me asaltan una y otra vez. Y me irrita sobremanera.
Me preocupa seriamente que todo esto quede en meros trámites burocráticos como ha ocurrido con el bailarín: dieciséis meses que se reducirán sustancialmente. Quizás ni pise la cárcel.
Pero sobretodo, me preocupa que farruquitos como el original y sucedáneos permanezcan consentidos por la justicia como se nos viene demostrando diariamente.
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