viernes, julio 08, 2005

Romance Sonámbulo

Verde que te quiero verde.
Verde viendo. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas le están mirando
y ella no puede mirarlas

*

Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde...?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.

*

Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los montes de Cabra.
Si yo pudiera, mocito,
ese trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Compadre, quiero morir
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sdangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
dejadme subir, dejadme,
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.

*

Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal,
herían la madrugada.

*

Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento, dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
¡Compadres! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está mi niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!

*

Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche se puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos,
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
Y el caballo en la montaña.

*

Federico García Lorca es, sobretodo, uno de mis autores de teatro favoritos.
Tengo que citar casi por obligación a "La casa de Bernarda Alba" (extraordinaria en sí misma), "Yerma" y "El Maleficio de la mariposa", fechada en 1919, con claras influencias de Shakespeare y su "Sueño de una Noche de Verano". Creo que también fue la primera de más de una docena de obras que Lorca escribió en apenas veinte años, además de impresiones, narraciones, conferencias, homenajes y claro, poesía.

Desde muy pequeña, mis padres se encargaban de recitarme las primeras líneas de este "Romance Sonámbulo". Siempre lo he llevado muy dentro y lo he asociado al color de mis ojos.

Recuerdo perfectamente el ejemplar del Romancero Gitano en edición de bolsillo que desde siempre presentaba el mismo aspecto: antiquísimo y desgastado. Con sus tapas envejecidas, sus hojas amarillentas, y un particular olor a humedad y viajes, a soledad y arena, a desamor y abatimiento... He sentido siempre por ese librito una mezcla de fascinación y melancolía en forma de latidos que jamás me he podido explicar.

Hoy transcribo esta porción de su obra.
Además de ser una de mis predilectas, mi intención es que nunca más olvides el color de mis ojos.

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