jueves, abril 27, 2006

Tras las vacaciones

Creo que una de las peores cosas al volver al trabajo -a la vida real, que le suelo decir- después de las vacaciones, con las energías renovadas, las contracturas en vías de expulsión y todas esas buenas intenciones de las que nos cargamos en el período de descanso, es llegar y ver el trabajo acumulado durante los días de ausencia. Que en mi caso, estos dos últimos se han traducido en papeles y papeles y más papeles relacionados con el tema del personal (altas y bajas médicas, altas y bajas en la empresa y demás absentismo laboral tal como partes de consulta y otros permisos. Estadísticamente, y en lo que llevamos de año, este més se está dando más movimiento en este aspecto -casualmente-) archivando los datos en un excel con las fórmulas que mi empresa me pide, además de mi trabajo de todos los días, procesando las peticiones urgentes y demás historias...

No son peores los días anteriores a las vacaciones, en los que cuentas las horas para terminar, para olvidarte del mundo y pensar sólo en quien quieres o en ver a quien puedes, dormir hasta hastiarte, esconder los relojes, viajar lejos, salir hasta las mil, cantar, volar, soñar... No. Los días anteriores a las vacaciones están llenos de nervios, de mariposas en el estómago, de prisas por llegar.

Lamentablemente, los días buenos pasan rápido. Y la vuelta a la vida real -repito- llega demasiado pronto. Demasiado. De verdad...

Volví ayer, veinticinco de abril, dos días después del Día de Aragón y un més despues de pasar las mejores horas por los alrededores de Egipto.

miércoles, abril 12, 2006

Una luz para otros

Hace menos de quince días Zaragoza despertaba con la espléndida noticia acerca de la adscripción de los Hospitales Miguel Servet y Clínico Universitario al Programa de Donación de Sangre de Cordón Umbilical con fines terapéuticos, especialmente indicado para el tratamiento de leucemias o patologías genéticas además de que puede contribuir a la curación de personas cuyas enfermedades en la sangre comprometen serriamente su salud.
La entrega no acarrea dolor alguno y se realiza inmediatamente después del parto. Basta con una punción en el cordón después de pinzarlo cuando la placenta está todavía en el útero.

Cualquier embarazada mayor de edad puede, previo consentimiento por escrito, ser donante siempre y cuando el parto sea igual o superior a 34 semanas. Asimismo estarán exentas de esta donación aquellas que tengan el virus del VIH o estén infectadas y las que presenten cuadros de Hepatitis B ó C. Tampoco quienes reflejen enfermedades tumorales en familiares de primer grado, enfermedades genéticas de familia o aquellos casos en los que se produce sufrimiento fetal, fiebre pre-parto, anemia y otros tipos de antecedentes patógenos que alterarían la salubridad de la sangre extraída.

Las donaciones que se recojan serán almacenadas a -196 ºC en el Banco Placentario de Barcelona, el más grande de Europa, previa validación final.

Pero mi duda llega justo aquí, y me remonto a hace casi cuatro años cuando yo misma firmé voluntariamente la donación del cordón umbilical.
La noticia se presenta como un hecho totalmente novedoso pero, por otra parte, ya en las clases de preparación al parto, la matrona nos informó a las asistentes del carácter voluntario de esta donación.
Ahora me pregunto qué destino habrán tenido todas las extracciones anteriores. Si simplemente se ha institucionalizado el carácter donativo del hecho proporcionándole destino inmediato, esto es, al Banco Placentario de Barcelona; si se trasladan a algún laboratorio para su posterior estudio; o si es todo promoción política... que a saber.

Y no es que tenga ningún inconveniente moral en que, al menos el mío, hubiera sido destinado a la investigación (de ser así estaría tan de acuerdo como si la finalidad fuera terapéutica) pero, según interpreté, íba encaminado a ser parte de un tratamiento que podría significar un rayo de luz para otra persona.

Con esta incertidumbre me dispongo a dar un paso más: telefonear a la Unidad de Maternidad del Hospital Miguel Servet y, tras exponer los hechos, me derivan al Departamento de Atención al Paciente, donde no puedo contactar puesto que es fin de semana.
De manera simultánea pienso en descartar la idea tan sólo por no caer en el abismo de este Departamento, un túnel escabroso y con bastante mala fama en otras empresas para aquellos quienes tienen la osadía de adentrarse en él. Pero decido arriesgarme y llamar mañana mismo -que nada se pierde- porque cuando me dirigí a esta extensión por primera y única vez a pedir las copias de mis ecografías me atendieron de manera muy correcta y eficaz.

DÍA 2:

Ya lunes llamo a Atención al Paciente y, exponiendo mi cuestión a la señorita que me atiende telefónicamente, me dice que llame en turno de mañana porque ella "no tiene ni idea de este asunto".

DÍA 9 (lunes por la mañana):

Repito la operación telefoneando a Atención al Paciente y me contestan prácticamente lo mismo que la compañera del turno de la mañana, a lo que le pido que me derive donde estime me puedan resolver esta duda.
Me pasa con el Departamento de Banco de Sangre.
Aquí también desconocen lo que se hace con la sangre del cordón umbilical excepto que se utiliza para conocer el RH y el Grupo Sanguíneo del neonato. Tienen constancia de la reciente noticia aparecida en todos los medios pero no me saben decir nada más. Me sugieren me ponga en contacto con Paritorios.

Una vez establecida la conexión con este último departamento, pido me pasen a un médico que esté disponible (en unos minutos comenzarán con un parto -me dice éste-) y una vez contada la retahíla que dejé caer en otras extensiones, me comenta que la donación comenzará en mayo por lo que es imposible que la sangre de mi cordón fuera utilizada cuando yo estuve en esa maternidad para otros fines distintos al análisis del RH y el Grupo Sanguíneo (tal y como me confirmaron en el Dept. de Banco de Sangres) y a una gasometría, si procediese.

Así que después de todo esto me quedo peor de cómo estaba porque yo juraría que firmé un documento en el que autorizaba la utilización del cordón con fines terapéuticos. Por otra parte, las sombras que hay en torno a los recuerdos que guardo se mezclan con casi doce horas en una cama, sondada, anestesiada parcialmente... allí, rodeada de monitores, en Paritorios.

martes, abril 11, 2006

So fuckly special

When you where here before
Couldn't look you in the eye
You're just like an angel
Your skin makes me cry
You float like a feather
In a beautiful world
I wish I was special
You're so fucking special
But I'm a creep
I'm a weirdo
What the hell am I doing here?
I don't belong here

I don't care if it hurts
I want to have control
I want a perfect body
I want a perfect soul
I want you to notice
When I'm not around
You're so fuckly special
I wish I was special

But I'm a creep
I'm a weirdo
What the hell am I doing here?
I don't belong here

She's running out again
She's running out
She run, run, run, run
Run

Whatever makes you happy
Whatever you want
You're so fucking special
I wish I was special
But I'm a creep
I'm a weirdo
What the hell am I doing here?
I don't belong here
I don't belong here

*

Creep - Radiohead (1992)

lunes, abril 03, 2006

A las 02:00 serán las 03:00

No llega a un año cuando publiqué aquí mismo una lista con tópicos pendientes.
Tras este tiempo y mi deseo cumplido, me reitero: las sigo queriendo, a pesar de haber disfrutado, una vez más, de la mayoría de ellas.

Has de saber que reclamo a los dioses, con una seguridad que no imaginas, que detengan las horas cuando estoy contigo. Que se eternice cada minuto. Que quiero exprimir cada instante porque me da la impresión de que va a ser irrepetible.
Y aunque doy por hecho que cada segundo es único e insustituible -siempre ha sido así- te confieso que tengo miedo, que lloraría amargamente si sucediese, que un día te disolvieras en el resto del Universo para no poder saborear nunca más del placer de nuestras conversaciones, del placer de tu calor, del encanto de tu voz adolescente, del lenguaje encriptado de tus días laborables, de tus risas, mis risas y nuestras fantasías y tantas cosas, del intercambio -con diferencia- de sexo y besos, y de los versos que la última noche eludí cantarte...

No puedo.
No quiero que te vayas.
No te vayas.
Por favor...

domingo, abril 02, 2006

La máquina del tiempo

Y nada más
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