Altas temperaturas + Sueños ( II )

Hace unos días leí en cierto blog la inquietud de uno de sus caballeros sobre su piscina.

Contaba que quizás alguna criatura misteriosa, la cual no había mostrado presencia alguna, moraba en su piscina. Se preguntaba una y otra vez cómo, sin explicación lógica alguna, había aparecido una mañana saturado de arañazos a diestro y siniestro. Yo podría darle dos o tres respuestas... pero, ¿de qué servirían...?

Hace unos días escribía yo misma sobre las consecuencias de las altas temperaturas y los sueños extraños que se pueden conjugar en una noche.

Las consecuencias a corto plazo fueron sueños placenteros. Sueños erógenos. Sueños calientes...
Las consecuencias a medio plazo fueron un despertar sonriente. Una mirada lasciva. Una ducha fresquita...
Las consecuencias a largo plazo fueron sutiles arañazos en pechos y en muslos que todavía conservo, como a modo de advertencia. Me da por pensar que esos arañazos eran una especie de castigo por proyectar mis deseos en quien no debía. Aunque por otra parte, quiero pensar que fueron fruto de esa agitación deliciosa que quizás fué más real de lo que en principio me imaginé...

Post Scriptum. La fotografía es de Thierry Le Goués. De momento he visto un par de libros de trabajos y, simplemente, es genial. Su fotografía artística en blanco y negro (SOUL) es erótica y una satisfacción para la vista.
El conocer algo de él he de agradecérselo a un gran amigo, fotógrafo y modelo, Olav Murillo, de quien sus trabajos artísticos y fotoperiodismo me han seducido desde el primer día.
Gracias por estar ahí, despues de casi nueve años.

Nuevos artrópodos

No.

Nunca.

Jamás me he considerado nada patriota (ese término y lo que conlleva me ha sonado siempre a nacionalismo y a fascista), pero sí que me alegro sobremanera de los triunfos que va consiguiendo "mi tierra", Aragón y, más concretamente, Zaragoza, de la que me siento muy orgullosa.

Quien me conoce sabe que todas las medallas, todos los premios, condecoraciones, reconocimientos, hasta partidos de fútbol que gana cualquier equipo español (y eso que este tema no me va demasiado) me satisface por el simple hecho de que bien Zaragoza, Aragón, cualquier capital, pueblo, región o provincia y, por ende, este país sale a la luz dentro y fuera de nuestras fronteras.

Y es que los españoles nunca hemos valorado lo que somos.
El inventor del submarino, Isaac Peral (1851-1895), por poner un ejemplo de la majestuosidad y la importancia que tuvo posteriormente su trabajo a nivel mundial, no obtuvo financiación española porque quienes se ocupaban de concederla no creían que fuera viable sino un trabajo fantástico e imposible.
La fregona común, ese instrumento que usamos para limpiar los suelos, es una creación española. Perdón, rectifico: es la creación de un español al que se le mofaron cuando presentó su proyecto. Y tuvieron que ser los Británicos quienes le reconocieran el invento.
¡Cuántos investigadores han de salir de España porque no obtienen subvenciones ni presupuestos para sus aspiraciones...!
Increíble, vergonzoso, tanto podría decir...

Pero hoy he de jactarme de que ha sido en Aragón donde 34 nuevos organismos, de ellos 19 coleópteros elatéricos y 2 nuevos lepidópteros, han sido descubiertos y descritos, ampliando así la fauna patrimonio biológico de la Comunidad. Una zona en la que existe un buen número de especies endémicas debido a la peculiaridad de nuestros ecosistemas. Por ejemplo, los artrópodos inventariados en Los Monegros superan la cifra de -¡ojo!- 3.000 especies (200 descritas en la última década). No es ninguna tontería.

A continuación destaco tres nuevos artrópodos y el guiño simpático con el que han bautizado a cada especie:

• Steropleurus Eclípticus. Saltamonte de 30 mm. Capturado en Villarroya de la Sierra (Zaragoza) el 11 de agosto de 1999. Fue un día de eclipse solar, de ahí su nombre.
• Agrilus Jacetanus. Coleóptero, escarabajo de 8 mm de la comarca oscense de La Jacetania (Huesca).
• Eurydema Sea. Coleóptero, chinche de 6 mm sólo conocida en Zaragoza, Teruel y Guadalajara. Ha sido dedicada, por sus descriptores a la Sociedad Entomológica Aragonesa (SEA).

Y bueno, soy maña... ¿se nota mucho? ;)

Curbícula Fluminacea

Con el ruego de suplicación en la sección "Cartas al Director" en Heraldo de Aragón le adjunto la siguiente:


Quisiera destacar el desacertado comentario que D. Juan Domínguez Lasierra, columnista frecuente de este periódico, ha tenido a bien en escribir en la Galería de Verano el viernes 5 de agosto.

Me sorprende que, con su formación, diga frases como: "yo no sé esta manía de que cosas tan pequeñas tengan dos nombres", refiriéndose a la Curbícula Fluminacea o mejillón cebra en su nombre común.

Del capricho de moda que sugiere existe, me permito la licencia de recordarle que se debe a una clasificación zoológica que alcanzó precisión y rigurosidad a partir del s. XVII, y que dicha clasificación tiene el objetivo de ir agrupando a todos los seres vivos según características diferenciales existentes.

Remitiéndome a su extrañeza sobre esos "dos nombres" que poseen ciertas "cosas", ha de saber, Sr. Domínguez Lasierra, que el antojo que usted señala como algo extravagante se llama Sistema Binomial que, generalmente, se escribe en latín. y para su total conocimiento, le recuerdo también que el primer término se refiere al género y el segundo a la especie.

Altas temperaturas + Sueños = Cocktail explosivo

El calor de anoche produjo en mis sueños grandes alteraciones.

No sé si alguna vez os voy a ser fiel.

Los sueños me traicionan y yo lo hago con vosotros.

Así fué como abrí la puerta y te alojaste sin demora en mi vida

Las ideas que un día florecieron, las acunamos como quimeras y terminaron adormeciéndose. Quizás los dos pensamos que se desvanecerían con los años o durante el trascurso de algunos reinos.

Pero has de saber que las fantasías que nunca se disiparon emprendieron una ardua terea en el universo de mis sueños.

La silueta que los dioses te cincelaron besó mis pechos en un amanecer valiéndose de un descuido, y mis labios rojos tallaron una estela con tu nombre mientras te susurraba al oído.

Entonces, todas las marionetas de cristal se resquebrajaron al unísono. Y los hilos de las cuales pendían, los cortamos nosotros mismos.

Y así fué como abrí la puerta y te alojaste sin demora en mi vida...

No podía ser otro

La archiconocida fascinación de Steven Spielberg hacia los extraterrestres ha quedado plasmada en la gran mayoría de sus producciones.

"Encuentros en la tercera fase" protagonizada por su alter ego Richard Dreyfuss, encabeza una lista de películas en las que el tema principal aborda otras formas de vida fuera de la tierra.

Toda mi generación, la posterior y varias por delante (incluyendo a los padres abnegados que nos acompañaban para salir del cine con los ojos llenos de lágrimas) hemos visto "E.T.", y hemos crecido a la vez que la pequeña Gertie, convertida ya en una más centrada Drew Barrimore (nieta del gran Barrimore, actor principal de "Dinner at Eight", ains... un clásico del blanco y negro).

Durante la proyección de "Inteligencia Artificial" se asiste a una película de ciencia ficción en la que en un punto de su metraje la cámara va alejándose poco a poco hasta llegar a un plano paisaje y todos pensamos que en breves instantes aparecerán las -a veces decepcionantes- palabras "THE END" de toda la vida. Cuál es nuestra sorpresa cuando no solamente no surgen, sino que en el siguiente fotograma asoman unos -¡cómo no!- extraterrestres. Es tan chocante el impacto que casi provoca carcajadas o por lo menos, pensar para uno mismo algo así como: "a-lu-ci-no", contraponiéndose este lapsus al drama absoluto y, sobretodo, al de ésta segunda parte.

A donde quiero llegar es que no sé a qué extraña obcecación, a qué obsesión se debe ese interés abnegado que continúa manteniendo, a lo largo de los años, este magnate del cine.

Dueño y señor de la Dreamworks, director, guionista, escritor y actor eventual... La dilatada lista de películas en las que aparece su nombre me ha sorprendido de veras.

Como yo lo llamaría... un multitarea (jé!).

Y es por esto por lo que no podía ser nadie más que él quien llevase de nuevo al cine "La guerra de los mundos" con su actor fetiche del momento, Tom Cruise, que atraviesa un momento espectacular pues le encuentro todo lo guapo que no le he visto nunca, a pesar de que jamás le perdonaré que terminara con ladiosa Nicole.

Me quedé perpleja cuando me enteré que hace ya algunas décadas, Steven Spielberg había conseguido uno de los tres guiones originales de "La guerra de los mundos" que el propio Orson Wells elaboró para retrasmitir por radio, provocando de tal manera el caos en toda Nueva York pues los oyentes estaban convencidos de que la difusión era real.

Los otros dos guiones que O. Wells poseía en el estudio en el momento de la emisión fueron requisados por la policía y continúan estándolo en la actualidad.

Así que encuentro que tanto el título de la película, como el director están fusionados, hechos el uno para el otro... Y quizás, ese título no podría adjuntar otro director. Como de la misma manera se me ocurren otros dos nombres para trabajos diferentes: el genial Tim Burton, y la decadente Courtney Love.

La viuda de Kurt Cobain, voz principal del grupo The Hole, ha reducido su abanico de interpretaciones a cualquier tema que tenga que ver con la pornografía ("El escándalo de Larry Flynt", por resaltar el único rol en el que ha sobresalido y, todo hay que reconocerlo, se llevó una bien merecida nominación a los Óscars como mejor actriz de reparto por su actuación como la malograda Señora Flynt pero porque el papel le venía como anillo al dedo).

Dentro de poco aparecerá por las pantallas interpretando a Linda Lovelace, un mito olvidado, mundialmente conocida en su día por su apelativo de "garganta profunda" que además, ofuscada en ser recordada, no hace mucho publicó sus memorias.

Y Tim...

Y su particular manera de hacer cine...

Tan solo él podía adaptar el fantástico relato de Roald Dahl, "Charlie y la fábrica de chocolate", y aportar ese colorido incesante que pellizca la piel y que te seduce, hasta el último minuto.

Fruto de su carácter y de su peculiar estilo de vida, todas sus historias tienen pinceladas góticas y el ejemplo más claro está en un film del comienzo de su carrera cinematográfica como director: "Eduardo Manostijeras", con el cual y a su vez, Johnny Depp empieza la primera de sus cuatro colaboraciones con Tim Burton.

Le seguirán la genial "Ed Wood", interpretando a Edward Wood, un insólito director de cine fantástico de serie B al que le bastaba una única toma para cada secuencia.

Recuerdo que fué "Sleepy Hollow" con lo mejorcito que abrimos el año 2001 y que la elección de Cristina Ricci como compañera de Johnny fué más que acertada. Su enigmático rostro no hizo sino adecuar más todavía la atmósfera creada por el director.

Tan sólo he visto unos fotogramas de "Charlie y la fábrica de chocolate", pero es notorio que el actor y Tim se complementan a la perfección y cualquier papel que le ofrezca éste a Johnny parece hecho a su medida. Así que imagino que el Señor Wonka, dueño de la mayor fábrica de chocolate del mundo (en la ficción, por supuesto) estará extraordinariamente interpretado y no sólo él, sino que el universo que le rodee jamás habrá tenido mejor creador.